lunes, 17 de enero de 2011

No te enfades, por favor

por Berenjeno, el amable
Al final se hartó de todo y decidió irse para siempre. Había sido el primero en llegar allí, se esforzaba a diario por que todo siguiera su curso y sin embargo parecía que estorbase cada vez más. En parte podía comprenderlo: la gente está muy irascible estos primeros días de calor.
               Pero él no creía tener la culpa de aquello. Al fin y al cabo se había mantenido a una distancia prudencial de cualquiera que se dignara a mirarle durante toda su vida. Sin embargo lo culpaban de tantas cosas que finalmente optó por marcharse. La gente no tardó en echarlo en falta, preguntarse qué había podido ocurrir y llorar su ausencia. Al ver como la fría luz de los fluorescentes inundaba la ciudad, y las plantas empezaban a marchitarse de pena, el Sol sintió lástima de la humanidad y volvió a salir.
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4 comentarios:

  1. El que se va sin que lo echen,
    vuelve sin que lo llamen.


    ¡Saludos Resaca!
    ¡Buena semana!
    Nos leemos

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  2. Que no me enfado,de verdad.
    Besazos par tí y el Berenjeno.

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  3. Eso me lo piden a cada momento, por que aveces puedo ser un poco renegon.

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  4. Vaya quién se no ha ido? Porque el sol es imprescindible, siempre noche es demasiado aburrido.


    Besos para todos.

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