lunes, 25 de abril de 2011

Persiguiendo un sueño

por Berenjeno, el amable                      
                      Aunque ella siempre soñaba con llegar un día al mar, la realidad era muy distinta en su repetitiva y cíclica vida. Pero esta vez soñaba con que fuera diferente. Con que fuera la definitiva. Quería ver el mar, llegar hasta él superando todos los impedimentos que una y otra vez se le cruzaban en su camino. Solo tenía que tener paciencia y esperar su momento.
                       Cuando se empezó a notar la llegada de la primavera y pudo por fin dejar la aburrida vida en la montaña se preparó para encaminarse con energía hacia su objetivo. Bajo la ladera a toda velocidad, más rápido que ninguna otra vez. Paso por el pueblo, sorteo las fuentes y los abrevaderos y llegó hasta el río. No tenía más que dejarse llevar por la corriente y todo saldría como había ideado tantas veces. Sin embargo, tras su paso por la gran ciudad el río comenzó a perder su cauce hasta convertirse en un fino riachuelo sin fuerza para fluir. Aquella gota acabo siendo evaporada por la acción del implacable sol y volvió a la nube con la esperanza de que alguna vez lo conseguiría.

4 comentarios:

  1. Pobre gota... pero valiente... en la próxima nube lo conseguirá (me ha encantado)
    Besos abisales

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  2. Que hermosa historiaa! me encanto demaciado, te felicito por tu forma de escribir. un besito

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  3. Aunque sin el estimulo, nunca esa gota perdera sus esperanzas.
    Besos.

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  4. Que bueno.
    Hasta las gotas tienen su corazoncito.
    Espero que la próxima vez llegue al Caribe.
    Como compensación.

    Saludos.

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