Cuando la cuerda se rompió soltó un grito de rabia que se escuchó en toda la escalera. Y es que en la tienda le habían prometido que era la mejor que iba a encontrar, se la habían vendido a precio de oro. Sin embargo cuando comenzó a deshacer el nudo de la mitad que aun le rodeaba el cuello sonrió y corrió a la calle a aprovechar el sol de la tarde. Tenía que disfrutar de aquella segunda oportunidad.
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ResponderEliminarEl mensaje es revelador...La forma de llegar a él...!me encanta!...
Gracias por hacer posible conoceros...Un saludo
El grito mas bien sería de acojonamiento... en plan... ay ay... y si tardo en morirme?
ResponderEliminarMe ha parecido genial
Besos
Cita
Gracias por tu visita.
ResponderEliminarMe gusta tu "nombre", hay ideología.
Esta entrada es demoledora, también me gusta.
Besos
Sencillamente tu estilo me encanta.
ResponderEliminarEsa soga en verdad vale oro !!
Besitos y continua gozando del sol.
Cariños Emy
A veces algunos errores nos permiten ver la luz.
ResponderEliminarcda grito nos hace ser una voz de aquellos que no llegan a tener vos, de aquellos que nos hacemos palabras hechas vida, buen blog como para volver un saludo
ResponderEliminarya no hacen sogas como las de antes... ;)
ResponderEliminarSimpre me hacéis sonreir!! Claro que sí...que aproveche la oportunidad, pero que no se acostumbre!La "mala suerte" puede truncarse y conseguir su objetivo.
ResponderEliminargenial!