jueves, 24 de febrero de 2011

De doctores y curas imposibles...

por Shakespeare in Sex

            Cuando fui al médico, para una revisión rutinaria tras un fin de semana repleto de excesos, besos y camas, no me lo podía creer…


            ¡Shakespeare, estás enfermo!, me dijo. Su semblante serio me preocupaba, ni una pizca de sonrisa en su cara, no estaba bromeando… ¡y es muy grave! Si no lo remedias, y dejas lo que tú y yo sabemos…el desenlace podría ser mortal…Antes de abandonar la consulta, su sincero apretón de manos y una lagrima por su cara delataban que estaba preocupado y que no me estaba tomando el pelo, (algo probable si descubriese que su mujer y yo también jugamos a los médicos a solas…)

            Ya en la calle todo lo veía diferente, tenía que cambiar aquello, nunca más podría ser, todo lo dejaría atrás, había llegado demasiado lejos esta vez…

La vi, su melena al viento, a cientos de metros de distancia podía oler su olor, su sudor, su saliva por mi cuerpo…me vio también, eso solo ella y yo lo sabemos, pero a veces es bueno hacerse el tonto, sabíamos que solo teníamos que dejar pasar el tiempo, que el destino está escrito en cada uno de nosotros, y que al final volvería a enfermar, pero entonces ella sería mi única cura…

6 comentarios:

  1. El médico es el enfermo, concretamente de envidia.

    Saludos.

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  2. Divino,estoy con Toro.
    Besitos y hasta pronto.
    Mor.

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  3. Justamente te recomienda abandonar el
    " mejor remedio que existe para todo
    tipo de padecimientos ".
    Nunca.. Jamas !!!!
    Besitos Emy.

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  4. Pobre médico, que tonto.
    Gracias por seguirme y comentar.
    Un abrazo

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  5. Esas enfermedades son incurables sin duda, pero con una enfermedad así quién quiere la cura...

    Besos.

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  6. no creo que eso te haga ningún tipo de daño....deja la medicina alopática y regresa a la natural, de toda la vida....en estos casos la automedicación está totalmente justificada. Saludos!

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