jueves, 28 de octubre de 2010

Dejate caer por la vida...

por Shakespeare in Sex

Me desperté, mire a mi alrededor y encontré a tres bellas chicas, rodeándome y abrazándome, tal y como Dios las trajo al mundo. Ni una mujer. Me fui al baño y mantuve delante del espejo una agradable conversación acerca de la vida y métodos anticonceptivos; llámalo monólogo, pero fue la conversación más interesante que jamás he tenido. “Busca una mujer” me dije, y salí a la calle. Cruce la calle hasta el parque, y charle con un mendigo sobre la economía Camboyana y la prostitución. No saque nada en claro, asi que continué mi camino. Miraba por la calle y no encontraba a ninguna, se me iba a olvidar como huelen las mujeres, lamente…


            Adquirí una botella de John Cor, y di tumbos por las calles. Me propusieron sexo, dinero mediante; y a pesar de que sabía que no encontraría en ella a una mujer, aquella cara de viciosa me convenció. Medio gramo de octano-2-carboxilato de metilo, tampoco me ayudo. Fue incluso peor, a cada segundo las chicas me parecían mas mujeres que minutos antes, y esto me aterró; asi que corri a casa…Llegue al espejo, donde ese día había empezado todo, la botella ya estaba vacia a esas horas, ¿La has encontrado Shakespeare? Me preguntó el extraño al otro lado del espejo…Empezaba a agobiarme justo en el momento que recordé las tres chicas que me esperaban en la cama. Volví a ellas e hicimos el amor salvajemente…Pero nada, ni una mujer. Sigo esperándote allí donde estés…a ti, y lo sabes…

2 comentarios:

  1. Por que no te quedaste en la cama amigo... ya no lo digo por las mujeres, si no porque dormir es lo más
    Y que me dices del John Corr? Donde adquiriste semejante manjar. Compra una botella y traemela al pozo anda que por aqui andamos escasos

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  2. Hola pequeño Timmy, la botella la adquiri en una conocida cadena de supermercados de aqui de Zaragoza! asi que tendras que conformarte con un fresi sui de Apu
    Un saludo

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