jueves, 25 de noviembre de 2010

Cambiando de rumbo...

por Shakespeare in Sex
            Si, lo acabo de decidir, ya no me gustan las chicas fáciles. Es mas, las odio. Han perdido la gracia para mi, valga la redundancia, son demasiado fáciles. Un par de sonrisas, un baile con mas pena que gloria intentando mantenerme en pie y un tonteo de manos y lenguas enroscadas al ritmo del ultimo hit comercial de Guetta. Prometerlas que las vas a hacer felices. ¿Me quieres? me pregunta, Claro! le respondo. ¿Cómo no te iba a querer? Si te acabo de conocer, no recuerdo ni tu nombre, mañana no sabré si eres rubia, morena o calva; pero claro que te quiero tonta!


Y señores…eso es suficiente para llevártelas a la cama, follar con ellas, y pasar un rato pongamos que agradable. Pero el día amanece, y recuerdas…Joder, ¿era rubia o morena? Creo que rubia si. ¿Su nombre? A saber…quizás alguno de estos se acuerde…Bueno, por lo menos has echado un polvo, peor lo tiene ella, esa chica fácil, a la búsqueda de alguien que la quiera. Debe ser difícil ser una chica fácil, levantarte por la mañana y arrepentirte de todo…pero la verdad que no te queda nada mejor, nada mejor que esa mierda que haces; porque en el fondo has nacido para ello, para ser una chica fácil, y eso ya no hay nadie que te lo quite princesa…

3 comentarios:

  1. Ojala pequeño Timmy, ojala...

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  2. Siento discernir contigo en este relato compañero!pero tengo que decir: Que a mi me gustan las chicas fáciles...pedirles además que estuvieran buenas,no les parece que sería...¿pedirles demasiado? PS: para los que no nos gustan en exceso las relaciones de mas de 12 horas y pensar cuando nos hemos excecido con la priva..son una solución cuasi-perfecta...¡lástima de calvicie!

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